Bueno, ya estoy en casa después de una semana llena de aventuras y emociones. Creo que la carrera en concreto merece un post específico puesto que tiene mucho que desmenuzar.
El domingo 6, me puse el despertador a las 4:40 de la mañana. Tenía que despertarme pronto para empezar a hidratar y sobretodo hay que prepararme, porque los autobuses que venían a recogernos saldrían del hotel a las 5:30 camino del Puente de Verrazano.
Tenia todo el material preparado desde la noche anterior y la duda principal era si iba a usar unas mallas cortas piratas o un pantalón corto. Las previsiones de tiempo daban un día soleado y con cielo despejado y los días anteriores habían sido bastante agradables, así que opte por el pantalón corto. Aparte, prefería esta opción ya que tiene 2 bolsillos en los que podía guardar los geles para la carrera.
No obstante y como disponía de cierto tiempo salí a la calle para comprobar la temperatura. Llevaba puesto un pantalón de chándal viejo y una sudadera polar para poder tirar antes de la carrera y una camiseta técnica de manga larga por si acaso.
Cuando salí a la calle vi que el día iba a ser perfecto. Hacía un poco de frio pero se veía que iba a ser un día perfecto, cielo despejado y condiciones perfectas para la carrera.
Después de tanto entrenamiento y de tanta tensión acumulada, el ver que iba a ser un gran día resultaba inspirador. No se exactamente porque, debe ser la épica del maratón, o puede que solo fuese la congoja inicial antes de ponerme a correr, pero allí fuera, respirando el aire frio de la mañana me sentía especialmente inspirado.
Camino de la salida iba bastante abstraído en mis pensamientos, estaba muy concentrado en la carrera y repasaba mi plan mental. Los avituallamientos, los ritmos, la comida.
En el bus ya iba comiéndome la primera de las barritas energéticas de alta carga para que fuese asentándose en el estomago mientras seguía bebiendo, y puesto que para llegar a la zona de salida se monta un atasco impresionante de autobuses que llevan corredores me tome el trayecto con calma.
La zona de salida es impresionante, organizada en tres colores (uno por cada salida del maratón) tiene una megafonía que permanentemente iba recordando a los corredores las instrucciones. Las oleadas de salida, los roperos, los corrales, nos recordaba que podíamos hidratar con agua y con Gatorade.
Vamos, un autentico espectáculo, y en este caso diré que bien organizado. Mover a una masa de 45.000 corredores nunca es fácil, pero allí lo tenían todo bien organizado. A modo de detalle diré que tuve que ir un par de veces al servicio y nunca tuve que esperar más de 2 o 3 minutos en la cola para ir.
Mi zona de salida era la zona azul, en la primera oleada de corredores y en el corral 7. Lo que quiere decir que mi corral de entrada se abría a las 8:20, que se cerraba a las 8:50 y que mi salida era a las 9:40.
Así que sobre las 8:15 fui a los camiones de UPS que hacían de ropero, deje mi bolsa del corredor y me encamine a la salida. Dentro del corral de salida disponíamos de mas baños así que no tuve que arrepentirme de haber entrado con bastante margen.
Estaba con gente que sabía lo que hacía. Se supone que en mi corral estaba gente que había acreditado marcas de 3:20 aproximadamente y se veía a la gente tranquila, estirando con calma, hidratándose y en líneas generales bastante calmada.
Esa calma fue pasándose poco a poco a medida que iba acercándose la hora de la salida. A medida que salía el sol, la gente iba desprendiéndose de las diferentes capas de ropa que había llevado para protegerse del frio e iba llenado unas inmensas cajas con camisetas, polares y demás ropa de abrigo.
Había peña que tiraba una ropa de tal calidad que daban ganas de quedarse ahí y agenciarse un juego completo de ropa de abrigo.
De los corrales bajábamos a la explanada del puente desde donde se tomaba la salida, ahi la masa de corredores de compactaba y ya estábamos esperando todos juntos hombro con hombro a la espera de la salida.
Allí empezó el espectáculo. Presentación de las grandes estrellas que corrían el maratón, himno americano, discursos y cañonazo de salida.
Salíamos justo en la boca del puente de Verrazano, a buen ritmo, nada de parones y aunque había muchos corredores no hubo ningún parón grande, el puente espectacular, helicópteros a ambos lados y al fondo una imagen impresionante de la zona sur de Manhattan.
Yo empecé con alguna molestia en el estomago, tal vez fuesen los nervios acumulados de una semana pensando en ese momento, pero poco a poco me fui olvidando y me fui integrando en la carrera.
Miraba el reloj y conseguí asentarme en el ritmo que quería mantener de entre 4:40 y 4:30. Iba bastante cómodo y me sentía fuerte de cojones. Tanto que pase los primeros 10 kilómetros en menos de 43 minutos.
A lo largo de carrera teníamos avituallamiento liquido cada milla y no me salte ni uno. En todos iba bebiendo mi correspondiente dosis de Gatorade para evitar cualquier sorpresa.
Kilometro 15 y kilometro 20 en progresión. Iba como una autentica moto pasando el kilómetros 20 en 1:25:18, y el ánimo, las piernas y la cabeza de una sola pieza. Quizás en algún momento me asalto la duda de si iba un poco rápido, pero la gente animando, el escenario y el buen día me llevaban en volandas.
El primer escollo lo encontré más o menos en el 25. El puente de Queenboro, es un puente doble de aproximadamente 1,2 km con un repecho bastante pronunciado. Es la bienvenida a la isla de Manhattan y da paso a la 1st Avenue, y realmente fue un pequeño gran escollo. De ir a un ritmo de 4:20, ese puente me supuso bajar a 5:15 y recuperar el resuello a lo largo del 26 con otra media de 4:46.
Recordad que en esta grafica la línea azul es el ritmo y la línea verde es la altimetría de la carrera.
Pero claro, la Primera Avenida es tan espectacular que rápidamente me recupere, pero no volví a asentarme en el ritmo al que iba antes del palo del puente. En ese punto ya rebaje mi ritmo a 4:40 aproximadamente, lo que no está del todo mal, teniendo en cuenta que estaba aproximando al kilometro 30.
Del 30 al 35 continúe bajando el ritmo, me asenté en 4:40 - 4:50 y a lo largo de la primera avenida me entro un viento de frente bastante molesto y entre el cansancio, el sudor y el frio me empezaron a dar algunos pinchazos en la tripa.
Fui masajeándome el abdomen y aunque el dolor era soportable iba en aumento. A pesar de todo pase el 35 por debajo de las 2:30:00. Mi mente empezó a realizar cálculos y me veía terminado, si conseguía mantenerme por debajo de los 5 minutos el kilometro, en 3:05:00 a 3:10:00.
Pero el palo vino en el 37, las molestias de las tripa de agudizaron y los toboganes de Central Park terminaron de rematarme. Un insoportable dolor en la tripa de impedía respirar bien, los masajes no servían de anda y solo podía respirar la mitad. La mitad de mis fuerzas las destinaba para mantener la tripa apretada y que no me doliese el estomago y el resto para respirar.
Las últimos 5 kilómetros de la carrera son por Central Park, y la gente anima a muerte, pero yo ya no veía nada, solo podía bajar la cabeza, mirar al suelo y mirar de reojo los indicadores de las millas para ver si terminaba de una vez.
Los últimos 3 kilómetros casi ni los recuerdo. Me hice una pelota y conseguí no pararme y no hundirme, pero cedí y ya baje el ritmo a cerca de 5:20.
No fue un final glorioso puesto que el dolor me tenia medio retorcido, pero en los últimos metros conseguí recuperar la lucidez y acordarme de mi mujer, de mis hijos, de mis padres y de mi abuelo, que siempre pienso en el en las carreras.
Finalmente un registro de 3:16:31. Todo un éxito, un marca ajustada al entrenamiento realizado y dentro de las mejores expectativas. Da un poco de rabia si me pongo a pensar en el que hubiera podido ser si no hubiese soplado ese viento en contra y si el puente de Queensboro, pero ya buscare un maratón si picos para hacer marca.
No obstante ha sido todo un éxito, que quiero compartir con toda la gente que me a apoyado, que me ha ayudado y que me ha seguido a lo largo de estos meses.
Un saludo a todos y muchísimas gracias por todo.
:)
Aquí os dejo la carrera con un poco más de detalle.
http://web2.nyrrc.org/cgi-bin/htmlos.cgi/8086.1.062636926082163953
¡¡¡ Enhorabuena !!! Mucha envidia sana y mucha admiración. Sigue así.
ResponderEliminarPedro Sanz.
Muchisimas Gracias, Pedro. Solo decir que ha sido una experiencia alucinante.
ResponderEliminarEnhorabuena, crack!!
ResponderEliminarNacho estamos super orgullosos de ti y contentos por todo lo que has conseguido y corrido y lo que te queda por correr. Besos!!
ResponderEliminarEnhorabuena espero que el próximo maratón sea como éste o mejor has pulverizado tu propia marca. H.H.
ResponderEliminarEnhorabuena máquina! Si, una pena el final, pero una maravilla de carrera, sin duda. Felicidades por la experiencia en general, te he ido siguiendo desde que nos pedias votos para el concurso y la verdad es que en general ha debido ser una experiencia brutal. En dos semanas corro San Sebastián (voy a por sub3h30, pero en el siguiente buscaré esa marca tan bonita que tienes). Nos vemos por aquí
ResponderEliminarUauu!! Entre las fotos, el vídeo y el texto que lo acompaña ha sido casi como estar allí! Me ha encantado, al igual que otro artículo sobre la maratón de Nueva York que he leído en un blog del que soy seguidor! Absolutamente recomendable también!! :P A ver si el año que viene puedo estar allí yo también!!!!!
ResponderEliminarMaratón está deteriorado a adherirse a muy fácil, por lo que requiere resistencia. Soy un corredor de maratón se menciona en el artículo fue muy impresionado, usted es el mejor, vamos.
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