Sinceramente no ha sido para tanto. Llevamos varios días con las amenazas de frio siberiano, temperaturas de -10º y demás y esta semana salia con la sensación épica de luchar contra los elementos.
Y al salir me he encontrado con que hacia frio, pero no el esperado, alguna racha de viento un poco fuerte que se colaba por las camisetas y que hacia pensar en la baja temperatura, pero poco más.
Lo que más me ha gustado es que de los habituales no ha fallado ni uno. Me he cruzado con los 5 o 6 corredores con los que me suelo cruzar a diario, y creo que al cruzarnos se ha fortalecido nuestro silencioso vinculo que nos ata al comprimiso de seguir corriendo pase lo que pase y haga el frio que haga.
No hablo con ninguno de ellos, solo el saludo habitual y la inclinación de cabeza que transmite el reconocimiento del esfuerzo y la dedicación al entrenamiento, pero creo que en el fondo todos nos hemos sentido contentos de cruzarnos y de confirmar que pase lo que pase debemos seguir saliendo para que no nos pongan falta.
Así que ha sido un buen día. :)
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