Parece mentira, pero a pesar de tratarse de una de las carreras clásicas del
calendario madrileño con una solera de nada más y nada menos 36 ediciones,
nunca había corrido esta carrera. Puede que la cercanía al Maratón de Madrid
siempre hubiese sido razón suficiente para descartarla, pero dado que este año
me tengo que operar dentro de unos días y que voy a estar en el dique seco
durante un par de semanas, quería darme un homenaje y aprovechar la súper
compensación del maratón para intentar acreditar el sub 38' para la San
Silvestre Vallecana Internacional.
Parecerá un poco locura, pero dado que en el maratón había pasado el 10k en
40' me veía con margen y fuerzas suficientes para darlo todo y por lo menos
intentarlo.
La verdad es que, para ser sincero, no tenía demasiada fe. Los
entrenamientos de la semana habían sido bastante mediocres y aunque había
intentado mantener las revoluciones altas para llegar rápido a la carrera, las
piernas estaban en un quiero y no puedo.
Pero bueno, saliendo valiente y manteniendo la tensión durante toda la
carrera tal vez pudiese estar cerca de conseguirlo.
El día salió muy bueno, el cielo despejado y la previsión de tiempo era de
calor, unos 18º a las 9 de la mañana. A las 7 cuando salí de casa ya estaba con
la camiseta de tirantes puesta y ni llegue a sentir un poco de fresco. Llegue
con calma a la zona de salida y aparque bastante cerquita de meta, por lo que
con calma me pase por la zona de meta, vi los últimos metros del recorrido y me
encamine con calma hacia el metro.
La calle está llena de corredores, tanto los de mi carrera, como chicas con
las camisetas rosas de la Carrera de la Mujer, y sinceramente daba gusto ir en
el metro con tanta gente vestida de corto con sus dorsales puestos y sus caras
de día de carrera.
Al llegar a Plaza de Castilla fui encontrándome con la gente en varios
puntos de encuentro, pero entre una cosa y otra el tiempo se me pasó muy rápido
y antes de darme cuenta ya estaba en mi cajón de salida a la espera de que
empezase la carrera.
Muy puntuales a las 9 en punto salieron los corredores de la carrera de 5
km, y para nosotros a las 9:15 después del paripé habitual de salida de Chema
Martínez grabando con la GoPro, dieron el pistoletazo de salida, que sonó como
un puto cañón.
Puestos a morir empecé fuerte aprovechando la cuesta abajo y sin darme
cuenta estaba rodando a 3'20'' esquivando a los empleados enchufados del canal
que tenían dorsales del cajón 1 por ser empleados y al siempre tradicional puñado
de listillos que se cuelan en cajones que no les corresponden. pero vamos...
Poca cosa.
En paseo de la Habana y justo pasando el km 1, me encuentro al bueno del
Chema Martinez con su GoPro de charla mientras llevaba al superchef David Muñoz
del restaurante Diverxo (dorsales 1 y 2 de la carrera). Por el ritmo al que
iban me dio la sensación de que querían hacer sub 38 para la SSV Internacional,
pero iba cómodo e intente pasarles para quitarme del barullo que estaban
montando.
He de comentar ahora que no me lee nadie, que tengo un pequeño pique
silencioso con David Muñoz, porque hemos coincidido en muchas carreras a lo
largo de esta temporada y siempre andamos en la misma horquilla de puestos, y
por puro pique personal y desde que me paso en los últimos metros de la Media
de Getafe me motiva mucho quedar delante de él, así que siempre que le veo me
preocupo lo bastante por pasarle y estar pendiente de que no me pase.
Pero bueno, volviendo a la carrera, hasta llegar al km 4 la cosa va como un
puto tiro a un ritmo de 3'40'', justo para llegar. En el 4 llega lo jodido de
esta carrera que son los dos kilómetros de subida de la Castellana. Complicados
porque llegas desbocado y ajustar el ritmo en la subida es complicado.
Me incruste en un grupillo de 4 corredores y conseguí mantener el tipo con
ritmos de 3'55'' durante los dos kilómetros de subida. No paraba de mirar el
reloj y de hacer cálculos mentales de cómo iba y por mucho que calculaba y
calculaba iba muy justo. Demasiado.
Ya bajando por Bravo Murillo y con 4 km cuesta abajo me jure que no iba a
disparar otro tiro al paro y que me merecía el sub 38, así que cada poco tiempo
me iba pidiendo un poco más, pero las fuerzas iban justas y el reloj muy
pegado.
A pesar de la bajada estaba en ritmos más o menos de 3'45'' y eso
significaba que estaba bailando en el filo de la navaja.
Pase el km en 30'01'', necesitaba un rimo de 4' para conseguirlo y ya iba
jodido que te cagas, resoplando como un caballo y ya en ese momento de esfuerzo
en el que la cabeza empieza a funcionar con desconexiones.
Instintivamente apreté lo que pude y ya entrando en parque del canal y
corriendo a todo lo que podía vi la señal de 9 km. Tiempo 33'47'' había ganado
14'' al crono. Tres rectas y meta. Esta vez si que no se me iba a escapar la
marca, ya en la recta de meta, veo a lo lejos el reloj 37'20'' y tiempo de
sobra para llegar. En ese momento llega la relajación mental, mantengo el
ritmo, pero la tensión de la mente ha desaparecido y cuando cruzo meta señalo
bien el reloj con los dedos para que quede constancia que he pasado con el
crono oficial de la carrera sub 38' y tiro a por el avituallamiento de meta,
necesito beber agua inmediatamente.
Qué bien sienta entrar en meta habiendo cumplido el objetivo, todo se ve con
una gama de color diferente. Se recupera mucho más rápido, las piernas suaves y
el corazón ligero. Una pasada.
Así que contento y feliz con mi marca en el bolsillo me fui para mi casa más
contento que nada en este mundo. Un final de temporada estupendo .