martes, 20 de noviembre de 2012

Crónica del 32 Maratón Divina pastora de Valencia


La verdad es que le he dado muchas vueltas a cómo podría titular esta entrada del blog, pero ninguna transmitía de forma clara lo que ha sido este maratón en concreto.

Si he de ser sincero muchas incertidumbres e inconvenientes los dos últimos días y un fin de fiesta con sabor agridulce.

A modo de puesta en escena decir que la cena del día anterior fue un desastre. Lo que tenía que haber sido una cena rápida de pasta para ir pronto al hotel se torno en un cumulo de despropósitos por parte del restaurante que supuso que saliésemos del restaurante a eso de las 12 de la noche (desde las 9 que llegamos) mal cenados, sin postre, de muy mal humor y lloviendo a mares.

Aparte de esto, la previsión meteorológica era un chiste, en diferentes aplicaciones y páginas webs daban lluvias fuertes, y en otras daban sol. Así que el sábado me fui a dormir a eso de las 1as 12:30 sin saber que tiempo nos iba a hacer y diluviando en ese momento.

A la mañana siguiente cuando me levante para desayunar a eso de las 6:20 en el telediario me acojonaban con una alerta roja por fuertes lluvias en Valencia y Alicante con riesgo de hasta 120 litros por metro cuadrado en 12 horas. Yo mirando por la ventana me parecía que iba a hacer despejado, pero 3 horas son muchas horas, así que me prepare para la lluvia.

En vez de llevar una camiseta ligera sin nada más opte por llevar debajo una camiseta de compresión que siempre me ha funcionado bien en lluvia y mallas piratas en vez de pantalón corto.

Desayuno standart en día de maratón, con un mar de plátanos, 2 barritas con un aporte de 1900 calorías y 1 litro de isotónica para hidratar de cara a la carrera. A partir de eso ir al baño para salir con las tripas vacías, ducha relajante y a equiparme. A las 7:30 en el hall del hotel con los compañeros y a charlar relajados de la carrera, de lo que queríamos hacer, del día, del tiempo y con calma a ir hacia la salida.

En esos momentos para mi se vuelve todo bastante confuso porque me centro mucho en mi y en mis sensaciones, en visualizar la carrera y en relajarme. Todo estaba bien, las piernas, el estomago, la cabeza y el ánimo. Solo quedaba empezar a correr. Aunque sensaciones de calor y humedad me empezaban a asaltar, incluso estando parado.

La carrera empezó con el contratiempo de la mascleta y los keniatas saliendo disparados antes de tiempo, 4 minutos de retraso, nervios y apretones, pero una vez solventado se dio la salida de forma correcta y todo empezó a funcionar como iba previsto.


En la foto se me ve justo en el centro de la imagen de naranja destacando en el pelotón de la salida.

Pero ya centrándonos en la carrera, todo empezó perfecto. Los primeros kilómetros rápidos por debajo de 4 pero casi sin darme cuenta (lo que hace la adrenalina), y en el 3 me situé en el paquete que iba con el globo de las tres horas acoplándome al ritmo a la perfección.

Rodando cómodo y en el grupo no tenia sensación de cansancio, incluso iba con la sensación de ir sobrado, tanto que al pasar por el 10 en 42 minutos empecé a estirar la zancada, porque iba no bien, sino extra bien, así que sin forzar la máquina de las piernas o de la respiración me fui asentando en un grupo que poco a poco hizo brecha manteniendo un ritmo aproximadamente de 4:10.

Perfecto a ese ritmo. Constante, sin tirar de mas ni de menos los kilómetros fueron pasando y pase la media en 1:27:43. Todo iba según lo planeado. El ritmo, las pasos por cada 5 kilómetros, y eso me reforzó la moral.

Continúe al ritmo de crucero de 4:10 y m poco a poco me acerque a mi segundo punto de control critico, las 2 horas de carrera. Según había calculado tenía que estar aproximadamente entre el 29 y el 30 para afrontar la ultima hora de carrera con 13 kilómetros por delante y 4-5 minutos de margen para posible imprevistos.

El paso por las 2 horas perfecto, pasado el km 29 y cerca del 30. Subido de moral las nubes, paso por el 30 en 2:05 y 55 minutos por delante para hacer 12 km, es decir, que estaba corriendo a un ritmo de 4:10, y tenía margen durante 12 km de bajar hasta los 5.



En ese momento me sentí lleno de fuerza y de confianza, se produjo un paso por una serie de túneles y en el segundo túnel tras un repecho un poco pronunciado las piernas empezaron a hacerme extraños, las notaba muy cargadas de repente en gemelos y cuádriceps, pensé que sería por culpa de cuesta, pero no podía ser que me doliesen por eso.

Y tras 3 o 4 minutos corriendo empezaron los pinchazos, que fueron tan fuertes que me obligaron a parar y a masajearme las piernas porque no las sentía nada bien. En ese momento aun tenía confianza, pero al arrancar tras el parón me entro el pánico. No era algo pasajero, ni que se fuese a pasar con ese masaje.

Continúe corriendo a un ritmo más suave de 4.30 pero seguían las molestias y los dolores, y la fortaleza mental y el refugio de esos kilómetros duros (en ese momento estaba en el 35) se deshacía como un azucarillo. Intentaba centrarme en el entrenamiento, en los esfuerzos, en mis recorridos de entrenamientos habituales, intentaba visualizar cosas que me diesen confianza.

Joder!!! Me quedaban 7 kilómetros y aun estaba en tiempo de poder conseguirlo, tenía que recomponerme y tirar pa'lante, estaba en 2:28:00 en el 35!!

No hubo manera de centrarme. A partir de ese momento me hundí en la desesperación y todos mis ánimos se esfumaron en el 37 cuando me paso el grupo que acompañaba al globo de las 3 horas. Con ganas de llorar iba viendo como todos mis compañeros de carrera, esos a los que no conoces y con los que no hablas pero a los que reconoces e identificas, me iban pasando y se iban alejando sin que pudiese hacer nada.

Las piernas me iban obligando a parar cada 5 minutos y no podía remediarlo. Esos últimos 7 kilómetros fueron un infierno físico y mental que se prolongo durante 40 interminables minutos. Dándome un tiempo oficial en meta de 3:09:20. Aquí teneis el acceso a la clasificacion oficial y al split de tiempos.



Una vez pasa meta las piernas me temblaban como si fuesen flanes, no podía centrarme en nada y tenía un vacio en el estomago enorme. engullía todo lo que me iban dando, me zampe la bolsa del corredor entera, hasta la malla con 12 mandarinas que me dieron.

No conseguía centrarme y no paraba de preguntarme porque me había pasado eso, porque habiendo tenido la marca en las manos se me había escapado de una forma tan angustiosa. El calor y la humedad se habían cobrado una cara factura, mi cuerpo no resistió bien tanta perdida de líquidos, y aunque bebí agua e isotónica en todos los controles, no fue suficiente y mis músculos no asimilaron bien tanta perdida de líquidos.

Puede ser el calor, puede ser la humedad, puede ser la altura del mar o puede ser que realmente el cielo despejado y el calor me hundieron, o puede ser que el pánico me hundiese y que mi cabeza me fallase en ese momento critico del muro, lo que si que es cierto es que puedo haber sido pero no fue.



3:09:20 no es una mala marca en maratón y como se dice en el mundillo hay que hacerla. Las piernas y la cabeza aprenden de cada maratón y tengo tiempo para poder aprender de esta dura lección, pero el maratón como la vida es duro de cojones y no tiene piedad, y esa es una lección que he aprendido en Valencia.

No obstante soy un tío muy picado, así que no me voy vencido, solo me retiro momentáneamente, porque volveré a Valencia. Eso seguro. :)

7 comentarios:

  1. 3:09 es un marcón, seguro que el año que viene lo pulverizas y bajas de las 3h

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  2. Pues si, 3.09 ya hay que correr. Es una gran marca que para mi soñara. Pero tú estabas para bajar de las 3 horas .Puede que se juntaran todas esas inclemencias, incluso el desastre de cena de la noche anterior. No sé eso lo sabes tú mejor que nadie... Pero estoy convencido que lo distes todo. Si tenías esos pinchazos poco podías hacer. Ya tienen un nuevo motivo para preparar pronto otra maratón. ENHORABUENA MARATONIANO

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  3. Lo que "mola" de un maratón es que sabes cómo sales pero no como llegas. Si fuera todo tan matemático perdería su encanto ¿no?. A mí en MAPOMA me pasó al revés, salí con poco entreno por culpa de una lesión y lo acabé mucho mejor de lo que hubiera pensado al principio... igual el año que viene voy de confiado y me pego la ostia... no se sabe ;-)

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  4. ¡Joer! Nacho, has hecho mejor la crónica que el maratón. ¿A ver si ahora te vas a dedicar más a escribir que a correr?

    A mí me parece que tenías tu objetivo hecho, pero esto es deporte y nunca se sabe como termina. Creo que se juntaron una serie de factores: la cena, acostarte tarde, emociones, el exceso de ropa, la meteorología con 19º C y 90% de humedad, que hicieron que te deshidrataras en el kilómetro 30, los síntomas que narras en tu crónica así lo indica. Para hacer esos tiempos hay que hilar muy fino.

    No dudo que volverás a Valencia a darle su merecido al Maratón.

    De todas formas, por si te consuela, no creo que nadie con tu peso haya igualado tu marca de 3:09 en Valencia.

    Javier Albert

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  5. Por supuesto a otro nivel, pero algo parecedio me ocurrió a mi. Tras meses de preparación, esfuerzo e ilusiones puestas en bajar de 3 horas 15 minutos, el el kmt 25 y con sensaciones estupendas, pinchazo terrible y 17 kilómetros por delante de sufrimiento. Falta de hidratación?, Humedad?, Calor?, Alimentación?... Al final 3 horas 37 minutos y una experiencia dura pero que seguro me ayudará para el próximo reto: Londres 2013

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    1. De todo se aprende. Animo en Lodres. Dicen que es un maraton bonito y bastante asequible en altimetria. ;)

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  6. Con bastante retraso he leido tu cronica de la maraton, te faltó nada para bajar de 3 horas y lograr el objetivo, pero seguro que lo haces en la siguiente. Tal vez has de conservar en la primera parte un poco mas aunque te veas sobrado y apretar en la segunda media.
    en cualquier caso enhorabuena, el tiempo es muy muy bueno!!

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